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10 trucos para aprender cualquier idioma de un genio que habla 9

By 25 abril, 2017 noviembre 11th, 2020 No Comments

¿Conocéis a Matthew Youlden? Para quienes no hayáis oído hablar de él, es británico y habla nueve idiomas fluidamente y entiende casi una docena más.

Así que, quién mejor que él para dar consejos sobre aprender un idioma nuevo. Si eres de los que piensa que nunca llegarás a ser bilingüe, ¡más te vale tomar nota!

1. Tener claro por qué lo estás haciendo

Si no tienes un buen motivo para aprender un idioma, es muy probable que, a la larga, se te acabe la motivación. Sea cual sea tu motivación, cuando decides aprender un nuevo idioma, lo realmente importante es comprometerse al máximo.

2. Sumérgete

¿Hay algún tipo de camino correcto para aprender? Matthew recomienda el «enfoque maximizado de 360°»: no importa qué herramientas uses para aprender el idioma, lo importante es que practiques todos y cada uno de los días.

«Yo tiendo a querer absorber cuanto más mejor desde el principio, de manera que, si estoy aprendiendo algo, lo llevo al extremo e intento usarlo a lo largo del día. Conforme la semana avanza, intento pensar en ese idioma, intento escribirlo e incluso me hablo a mí mismo en ese idioma. Para mí, en realidad, todo consiste en poner en práctica lo que sea que estés aprendiendo, ya sea escribiendo un e-mail, hablando contigo mismo, escuchando música u oyendo la radio. Rodearte y sumergirte en la cultura del idioma que estás aprendiendo es extremadamente importante.»

Recuerda que el mayor beneficio de hablar otro idioma es poder comunicarte con otros. Ser capaz de mantener una conversación sencilla es una recompensa increíble en sí misma. Alcanzar metas de este tipo pronto hará que te sea más fácil seguir motivado y practicando:

3. Encuentra a un compañero

Matthew aprendió varios idiomas junto con su hermano gemelo Michael, ¡quienes abordaron su primer idioma, el griego, cuando tenían solo ocho años! Matthew y Michael adquirieron sus superpoderes a base de la tan tradicional rivalidad entre hermanos:

«Estábamos motivados y todavía lo estamos. Nos empujamos el uno al otro a seguir adelante. Si mi hermano se da cuenta de que yo estoy haciendo más que él, se pone un poco celoso e intenta superarme y lo mismo en el sentido opuesto.»

Por lo tanto, tener un compañero o compañera te empujará a seguir intentándolo un poco más y a permanecer motivados. Al final, mantener conversaciones es la idea básica y el pilar fundamental del proceso de aprender un idioma.

4. Mantenlo relevante

Si tu objetivo desde el principio es mantener una conversación, es más improbable que te pierdas en libros de texto y manuales. Hablar con gente hará que el proceso de aprendizaje siga siendo relevante para ti:

«Estás aprendiendo un idioma para poder usarlo. La parte creativa del asunto está en ser capaz de poner el idioma que estás aprendiendo en una disposición diaria más general y útil, ya sea escribiendo canciones, intentando hablar con gente o usándolo cuando vas al extranjero. Pero no hace falta que vayas al extranjero, puedes ir al restaurante griego que está al final de la calle e intentar pedir la comida en griego.»

5. Diviértete

Piensa en alguna manera divertida de practicar tu nuevo idioma: haz un programa de radio con un amigo, dibuja un cómic, escribe un poema o trata de hablar en él con quien puedas. Si no eres capaz de encontrar una manera divertida de practicar tu nuevo idioma, hay muchas posibilidades de que no estés siguiendo el epígrafe 4…

6. Actúa como un niño

Se está demostrando que la hipótesis de que los niños son mejores aprendiendo que los adultos es un mito. Nuevas investigaciones no son capaces de encontrar una relación directa entre la edad y la capacidad de aprender. Puede ser que la clave para ser capaces de aprender rápido como lo hacen los niños sea tomar determinadas actitudes infantiles: falta de conciencia de uno mismo (en el sentido de estatus social), el deseo de jugar en la lengua y la disposición a cometer errores. Cuando somos niños, se espera que cometamos errores pero cuando somos adultos, los errores se convierten en algún tipo de tabú. Cuando aprendes un idioma, admitir y aceptar que no lo sabes todo es la llave para alcanzar crecimiento y libertad. Despréndete de tus barreras de adulto.

7. Abandona tu zona de confort

No tener miedo a cometer errores significa estar preparado para ponerte a ti mismo en situaciones potencialmente embarazosas. Esto puede dar un poco de miedo, pero es la única manera de desarrollarse y mejorar. No importa cuando estudies, nunca hablarás un idioma si no te pones a ti mismo en esa situación: háblales a extranjeros en su idioma, pregunta direcciones, pide la comida, intenta hacer chistes. Cuantas más veces lo hagas, mayor será tu zona de confort y mayor será la facilidad con la que te enfrentarás a nuevas situaciones.

8. Escucha

Tienes que aprender a escuchar antes de aprender a hablar. Cualquier idioma suena raro la primera vez que lo escuchas, pero cuanto más lo escuchas más familiar se vuelve y más fácil te será hablarlo. “La mejor manera de aprender a dominar ese sonido es oírlo constantemente, escuchándolo; luego, tratar de visualizar o imaginar cómo se supone que hay que pronunciarlo, ya que para cada sonido hay una parte específica de la boca o de la garganta que hay que usar.»

9. Observa a otros hablando

Idiomas distintos demandan cosas distintas de tu lengua, labios y garganta. La pronunciación es tanto física como mental. Si no puedes observar e imitar a hablantes nativos en vivo, ver películas extranjeras o televisión en versión original puede ser un buen sustituto.

10. Háblate a ti mismo

Si no tienes a nadie con quién hablar en el idioma que estás aprendiendo, no hay nada malo en hablarte a ti mismo. También es una buena manera de practicar. Esto puede ayudarte a mantener nuevo vocabulario o nuevas frases bastante frescas en tu mente, de manera que te sentirás más confiado cuando tengas que usarlas con otra persona.

Tomar la iniciativa de introducirse en el mundo idiomático de alguien facilitará el trato y los pondrá en una disposición más positiva:

«Está claro que puedes viajar al extranjero hablando solo tu idioma, pero le sacarás mucho más partido si puedes sentirte cómodo en el lugar que estés, siendo capaz de comunicarte, de entender y de relacionarte en cualquier situación que puedas imaginar.»